The Holocaust and its missed opportunity for unity. ( SPANISH ) EL HOLOCAUSTO Y SU RECUERDO:UNA OCASIÓN PERDIDA.



Entre las grandes tragedias de la historia humana hay una que ha sido especialmente recordada, llorada y enmarcada con museos, monumentos y aniversarios a través de los años y alrededor del orbe por nuestros hermanos en la fe, los judíos para que su recuerdo y remembranza prevenga otra atrocidad de tanto odio: el Holocausto.

Pero, tristemente, estas memorias del sufrimiento del hombre a manos del mismo hombre se han mostrado, en su mayoría parciales, pues reflejan solo parte del gran horror perpetrado contra millones de personas, olvidando el contexto completo del genocidio. Esto sucede porque la mayoría de las veces no recuerdan cómo sufrieron una suerte parecida judíos, católicos y cristianos y borran la forma como se apoyaron entre hermanos de fe, poniendo a un lado sus diferencias para ayudarse a sobrevivir. 


En el Holocausto se calcula que murieron aproximadamente 11 millones de personas, de las cuales se dice que 6 millones fueron judíos. Y los otros cinco millones ¿ quiénes eran?¿Por qué fueron torturados, esclavizados, abandonados en campos de concentración y muchos a la larga, asesinados o muertos de hambre, frío y trabajos forzados?

Entre estos millones de víctimas del Holocausto, se encontraban los  “untermenschen” o subhumanos, así considerados por los Nazis alemanes:

·        Cristianos Polacos: 3 millones

·        Serbios Ortodoxos Griegos: 1 millón

·        Gitanos: ¼ de millón

·        Griegos: cientos de miles. (1)


Es más, los primeros en entrar al primer campo de concentración en Auschwitz fueron, junto con ciudadanos prominentes polacos, clérigos y laicos católicos de Polonia en 1939, tras la ocupación alemana de ese país para descabezar la red de líderes culturales de ese país, y fue hasta 1942 que el primer judío entró por las puertas de aquel horrible lugar. (2)

Y aún, no muy lejos de allí, en Rusia, los cristianos y católicos ya sufrían un Holocausto propio. Perseguidos por su fe  desde 1930, entre 7 y 12 millones de cristianos fueron eliminados por el gobierno comunista ateo ruso liderado por Stalin. (3)

Mientras todos ellos sufrían los horrores a manos de la policía y ejércitos Alemán y Ruso, la Iglesia Católica y muchos de sus miembros escondían judíos en el Vaticano, en los monasterios y en sus casas. Entre algunos de los que sí se conoce su historia:

·        La monja (Agnes Walsh)

·        El carmelita francés (Jacques de Jesús)

·        El sacerdote alemán (Bernhard Lichtenberg)

·        El arzobispo italiano (Giovanni Ferrofino)

·        El matrimonio polaco (Józef and Wiktoria Ulma)

·        La monja Británica (Madre Riccarda)

·        La partera polaca (Stanisława Leszczyńska)

·        El empresario italiano (Giorgio Perlasca) (4)

·        Los famosos “ Niños Escondidos”……(5)


Inclusive, el mismo Papa Pio XII trataba de evitar la guerra en sus inicios, y después condenaría las barbaries Nazi y Comunista en su documento “Suma Pontificia”, al mismo tiempo que buscaba no enardecer más el odio hacia los católicos con sus declaraciones para prevenir más muertes a manos del odio alemán y ruso, cuyos motivos, ideología y métodos eran muy parecidos, pues en el fondo la soberbia humana y la negación de Dios eran sus columnas compartidas. (6)


Toda esta lucha contra un enemigo en común, que entretejió vidas y destinos de judíos, católicos y cristianos…

¿No podría ser recordada en todos esos memoriales, monumentos y aniversarios del Holocausto?

¿No podría ser la oportunidad para tender puentes y construir esfuerzos en común?

Si la tragedia unió e hizo fuertes a todos esos hermanos en la fe…Su recuerdo en conjunto ¿no podría unir y hacer fuertes a los que creemos en Dios como Padre?

¿Por qué truncar parte de un capítulo de la historia, quitando parte del heroísmo y hermandad que éste tuvo?

Son oportunidades desperdiciadas que algún día añoraremos, por no haberlas aprovechado para construir unión y fuerza entre los creyentes contra las fuerzas de aquellos que encuentran en el mal y la ausencia de Dios un modo de alcanzar sus sueños egoístas….los  Hitlers modernos.


Por Ana Elena Barroso



(2)    Ídem



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